El Palacio San José fue declarado Monumento Nacional por Ley 12261 del 30 de agosto de 1935.
El Palacio, es sin duda una residencia extraordinaria, tanto por su amplitud como por los detalles que contiene. No existe en toda la República Argentina otra construcción del tipo que pueda comparársele. Ningún caudillo o personaje argentino construyó para su residencia un edificio semejante.Frente de la capilla, la cruz, pilastras, ménsulas, las cabezas de ángeles y los medallones que aún se pueden observar fueron construidos por el artífice Antonio González,
en Concepción del Uruguay.
El altar está construido en cedro con aplicaciones de oro,representaciones de la Fe, Esperanza y Caridad. El ara con sus respectivas reliquias, según la tradición es una piedra de las catacumbas romanas.
Está coronado con otra cúpula con los atributos de la crucifixión .El San José y el Niño del Altar
fue obsequiado a Urquiza por su primo Máximo de Elia en el año 1860.
Tenía antaño un espléndido vestido de terciopelo bordado en oro y piedras, obra del grabador Pablo Cataldi.La capilla tiene dos púlpitos. Debajo del artesonado que hace techumbre, se encuentra la representación del Espíritu Santo en la paloma con sus alas desplegadas. Exponente notable del estilo italianizante en boga en esa época. 38 habitaciones en torno a tres patios
forman el cuerpo principal de San José Siguen las dependencias de servicio, capilla, cocheras, huertas de frutales, y al fondo, un lago artificial.Escenario de notables acontecimientos políticos,
en San José se firmaron tratados internacionales, se recibió a diplomáticos extranjeros y
al primer Nuncio Apostólico y a numerosas personalidades militares y políticas argentinas.
Sus interiores exhiben el primer sistema de agua corriente del país, además de documentos, antigüedades, y obras de arte como los cuadros de las batallas que libró Urquiza pintados por el uruguayo Blanes.Varias obras de arte completan la decoración del Palacio en la Capilla y el interior, cuadros murales entre los que se destacan la serie de las batallas de Urquiza del pintor uruguayo Blanes; y en el jardín, bustos de hombres célebres Napoleón, Hernán Cortés, Alejandro Magno y Julio César y esculturas, de las cuales cuatro estatuas de mármol de Carrara simbolizando los continentes de América, Europa, África y Asia, varios jarrones decorativos y otras.
Edificado en una sola planta, con una torre en cada uno de los extremos de su frente,
se desarrolla sobre un amplio rectángulo, con tres divisiones : un primer patio, el Patio de Honor, todo circundado, como el frente, por ancha galería, en el que se encontraban los locales de recepción sala, escritorio, salón de billar, comedor y los dormitorios para la familia
y los huéspedes de categoría principal.En el segundo patio, Patio del Parral,
así llamado por tener en sus cuatro lados un parral de hierro forjado, semejante al anterior, se encontraban el comedor y las piezas para huéspedes de menor categoría. en el tercero, abierto sobre el contrafrente se ubicaban las dependencias y piezas para el servicio. Separada del cuerpo principal estaba el " negocio mercantil de San José " y próximo a él La Capilla, joya arquitectónica de estilo corintio, cuya erección fue autorizada por Breve del Papa Pío IX y
consagrada el día de San José (19 de marzo de 1859) por el Nuncio Pontificio Monseñor Marini.
El edificio estaba rodeado por un amplio jardín. Al fondo se hallaba una extensa quinta, de veinte has. de superficie con gran cantidad y variedad de árboles frutales y forestales. Y algo más lejos, hacia el oeste, un gran lago artificial (185 metros por 110 metros) rodeado por altos paredones con canteros de flores e instalaciones para presenciar espectáculos desarrollados en su interior.
Ruinas actuales del antiguo Lago Artificial, donde navegaban ligeros veleros
y se realizaban fastuosas fiestas.
El edificio está sólidamente construido con ladrillo y cal y terminado con materiales seleccionados, habiendo sido muchos de ellos, como azulejos, mosaicos, cristales y espejos traídos directa y expresamente de Europa.
Para el riego del jardín y quinta, y los baños y servicios generales, existía una completa instalación de agua corriente, con su toma en el Río Gualeguaychú a 2 km. de distancia
El Palacio, es sin duda una residencia extraordinaria, tanto por su amplitud como por los detalles que contiene. No existe en toda la República Argentina otra construcción del tipo que pueda comparársele. Ningún caudillo o personaje argentino construyó para su residencia un edificio semejante.Frente de la capilla, la cruz, pilastras, ménsulas, las cabezas de ángeles y los medallones que aún se pueden observar fueron construidos por el artífice Antonio González,
en Concepción del Uruguay.
El altar está construido en cedro con aplicaciones de oro,representaciones de la Fe, Esperanza y Caridad. El ara con sus respectivas reliquias, según la tradición es una piedra de las catacumbas romanas.
Está coronado con otra cúpula con los atributos de la crucifixión .El San José y el Niño del Altar
fue obsequiado a Urquiza por su primo Máximo de Elia en el año 1860.
Tenía antaño un espléndido vestido de terciopelo bordado en oro y piedras, obra del grabador Pablo Cataldi.La capilla tiene dos púlpitos. Debajo del artesonado que hace techumbre, se encuentra la representación del Espíritu Santo en la paloma con sus alas desplegadas. Exponente notable del estilo italianizante en boga en esa época. 38 habitaciones en torno a tres patios
forman el cuerpo principal de San José Siguen las dependencias de servicio, capilla, cocheras, huertas de frutales, y al fondo, un lago artificial.Escenario de notables acontecimientos políticos,
en San José se firmaron tratados internacionales, se recibió a diplomáticos extranjeros y
al primer Nuncio Apostólico y a numerosas personalidades militares y políticas argentinas.
Sus interiores exhiben el primer sistema de agua corriente del país, además de documentos, antigüedades, y obras de arte como los cuadros de las batallas que libró Urquiza pintados por el uruguayo Blanes.Varias obras de arte completan la decoración del Palacio en la Capilla y el interior, cuadros murales entre los que se destacan la serie de las batallas de Urquiza del pintor uruguayo Blanes; y en el jardín, bustos de hombres célebres Napoleón, Hernán Cortés, Alejandro Magno y Julio César y esculturas, de las cuales cuatro estatuas de mármol de Carrara simbolizando los continentes de América, Europa, África y Asia, varios jarrones decorativos y otras.
Edificado en una sola planta, con una torre en cada uno de los extremos de su frente,
se desarrolla sobre un amplio rectángulo, con tres divisiones : un primer patio, el Patio de Honor, todo circundado, como el frente, por ancha galería, en el que se encontraban los locales de recepción sala, escritorio, salón de billar, comedor y los dormitorios para la familia
y los huéspedes de categoría principal.En el segundo patio, Patio del Parral,
así llamado por tener en sus cuatro lados un parral de hierro forjado, semejante al anterior, se encontraban el comedor y las piezas para huéspedes de menor categoría. en el tercero, abierto sobre el contrafrente se ubicaban las dependencias y piezas para el servicio. Separada del cuerpo principal estaba el " negocio mercantil de San José " y próximo a él La Capilla, joya arquitectónica de estilo corintio, cuya erección fue autorizada por Breve del Papa Pío IX y
consagrada el día de San José (19 de marzo de 1859) por el Nuncio Pontificio Monseñor Marini.
El edificio estaba rodeado por un amplio jardín. Al fondo se hallaba una extensa quinta, de veinte has. de superficie con gran cantidad y variedad de árboles frutales y forestales. Y algo más lejos, hacia el oeste, un gran lago artificial (185 metros por 110 metros) rodeado por altos paredones con canteros de flores e instalaciones para presenciar espectáculos desarrollados en su interior.
Ruinas actuales del antiguo Lago Artificial, donde navegaban ligeros veleros
y se realizaban fastuosas fiestas.
El edificio está sólidamente construido con ladrillo y cal y terminado con materiales seleccionados, habiendo sido muchos de ellos, como azulejos, mosaicos, cristales y espejos traídos directa y expresamente de Europa.
Para el riego del jardín y quinta, y los baños y servicios generales, existía una completa instalación de agua corriente, con su toma en el Río Gualeguaychú a 2 km. de distancia
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